miércoles, 5 de octubre de 2011

The quiet presence

Gracias por colocarnos el cielo tan cerca de la mano,
hasta casi llegar a acariciarlo...
gracias por ese viaje en una nube...
gracias por permitir de nuevo que esa presencia silenciosa
detenga el griterío por momentos.





















Como el HORIZONTE separa o une la tierra con el cielo, así parece que el hombre cuando establece su plano horizontal con la Arquitectura está estableciendo el lugar en que, levantándose sobre la tierra, es capaz de tocar el cielo con sus manos. Y así se refugia en la cueva para descansar, para dormir, y sube a la cabaña para vivir, para soñar más cerca del cielo y de las estrellas.

Una arquitectura puesta siempre al servicio del hombre que vive, que piensa, que sueña.

Alberto Campo Baeza

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