viernes, 7 de octubre de 2011

Joined again

La arquitectura que sirve a los hombres es capaz de unir lo que durante algún tiempo estuvo separado.
Y luego más, todo lo que se quiera, todo lo que se pueda, todo lo que se tenga... 
Utilizar el pensamiento para dar es la tarea del arquitecto.

A través de un paseo vibrante, un eje diagonal permite atravesar el edificio desde el espacio público cedido, conectando dos niveles que la ciudad había olvidado unir. Durante este recorrido el edificio nos muestra su interior y nos ofrece una experiencia visual que nos acerca a desconfiar de lo sólido, como si algo se fuera disolviendo. Tal vez la experiencia de habitar el mundo líquido...





















... 
destruir el estado letárgico en el que la arquitectura se percibe habitualmente, y que corresponde a los automatismos de la vida cotidiana. 
Jacques Herzog

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