miércoles, 23 de octubre de 2013

In a low voice


A veces me siento a escuchar y una voz me susurra que todo esto que estamos viviendo es un ensayo, una puesta a punto para otro nacimiento, y que, de alguna manera, la tierra, no ya el planeta sino su propia sustancia, es otro vientre materno que nos acoge y alimenta.

Tarde o temprano, los cuerpos, que nos permiten tener esta experiencia de vida, volverán a fundirse con ella, la tierra, sin llevarse nada; absolutamente nada. Hasta su propia materialidad se esparcirá y se transformará en otra cosa, o en otra casa... Quizás

Presiento que ya es hora de aprender a disfrutar de este misterioso viaje, sin hacer propio nada de lo que otros nos cuentan; ellos, pasaban por aquí para habitar sus cuerpos y compartir sus propias experiencias, a la luz de la luna o a la sombra de un árbol... Quizá