La reciente visita al colegio Maravillas de Madrid me provocó una extraña experiencia, mezcla de sensaciones de ligereza en el propio cuerpo, como si estuviera despegando de la tierra, y de intriga al mismo tiempo, al ignorar la procedencia de esa fuerza impulsora de la materia que sin lugar a dudas no se hallaba allí, encapsulada para mostrarse a cualquier visitante.
Días más tarde, descubrí que esa fuerza o hechizo que toma posesión de nuestras sensaciones no es un impulso localizado y que por mucho que insistamos en buscarlo no lo encontraremos. Quizás, tan solo podamos crear las circunstancias para que, llegado el momento, haga acto de presencia y nos lleve.
Tal vez solo fuera necesaria una gran admiración por el maestro y algunas lecturas previas como las Lecciones de equilibrio de Juan Antonio Cortés, donde Paul Klee y Alejandro de la Sota se dan cita en “un ejercicio magistral de levitación”.
Conseguir una humilde y sincera estética basada en la veracidad de la expresión, en contraposición al funcionalismo y el organicismo apriorísticos, falsos y fatuos.
De la sota
No hay comentarios:
Publicar un comentario