jueves, 27 de junio de 2013

Passenger


Desde una roca que sobre el mar emerge 
contemplo 
la tenue linea del horizonte 
mientras
las suaves ondas se entregan al rompeolas...

Permito que su fluir me envuelva 
mientras
siento la unidad original 
desde 
donde yo también voy emergiendo, 
habitando, y en este habitar está el sentido, 
el cuerpo que hace posible este viaje...

Es disfrutar 
adentrarse en lo desconocido 
dejarse sorprender
soltar amarras
permitiendo que los paisajes discurran... 
ocupando su lugar mientras
mi mirada, 
todo por lo que este cuerpo esta siendo penetrado,
ahora, 
ocupa también el suyo.

Aquí, 
acallado el murmullo del insaciable juez,
en estas condiciones de curvas amables 
y caricias de brisa 
y sonidos ancestrales que acompasan mis latidos, 
es tan fácil confiar en el viaje que
me prometo a mi mismo
nunca más cambiar de aire
                         de roca
                                 de mar... 

nunca más cambiar de cuerpo
                                 nunca de eternidad