Que la escritura me lleve a abrazarlo todo, o casi todo... que me ofrezca un mundo más amable y cercano; que barra mi casa por dentro. Que coloque cada mueble en el lugar más propicio para que al Habitar, este ser donde se respiran tantos lugares, se reconozca inmerso en un orden fuera de todo control, y en su expansión intemporal, acompañe cada latido, descubriendo en su fragilidad su máxima potencia